Los países de la UE que consumen más (y menos) energía renovable

Los países de la UE que consumen más (y menos) energía renovable

Más de una quinta parte de la energía consumida en la Unión Europea en 2021 procedió de fuentes renovables, según nuevos datos.

Solar, eólica y otras fuentes «verdes» contribuyeron en un 21,8 por ciento al consumo total de energía de la UE, según Eurostat.

Esto supuso un descenso del 0,3 por ciento con respecto a 2020; el primer descenso jamás registrado. Los expertos afirman que se debió a un aumento del uso de energía tras el levantamiento de los cierres por pandemia.

Pero el informe muestra que la infraestructura energética europea sigue avanzando en la dirección correcta, espoleada por los recientes acontecimientos mundiales.

El mes pasado, la Agencia Internacional de la Energía reveló que el mundo está a punto de incorporar tanta energía renovable en los próximos cinco años como en los últimos 20.

«Las energías renovables ya se estaban expandiendo con rapidez, pero la crisis energética mundial las ha impulsado a una nueva fase extraordinaria de crecimiento aún más rápido, ya que los países tratan de aprovechar sus ventajas en materia de seguridad energética», explicó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

Por eso, las cifras de Eurostat para 2022 serán más prometedoras. Mientras tanto, esto es lo que sabemos sobre el consumo energético de la UE.

¿Por qué los países europeos utilizan más energías renovables?

Suecia volvió a encabezar la lista como el país de la UE con la mayor cuota de energía renovable en 2021.

La nación nórdica obtuvo casi dos tercios (63%) de su energía de fuentes renovables ese año, principalmente de biomasa, energía hidroeléctrica, eólica, bombas de calor y biocombustibles líquidos. Aunque se trata de una cifra prometedora, algunos activistas sostienen que la bioenergía -la quema de residuos forestales, por ejemplo- no es realmente renovable.

El siguiente país en la lista fue Finlandia, otro país muy boscoso, con una cuota del 43%. Letonia ocupó el tercer lugar, con un 42%, procedente en su mayor parte de la biomasa y la energía hidroeléctrica.

Estonia, Austria y Dinamarca le siguieron, con un 38%, 36% y 35% de su energía procedente de fuentes renovables, respectivamente. Estos países tienen grandes cantidades de energía hidroeléctrica y eólica en sus mezclas energéticas.

Pero cuando se trata de los países europeos en general, dos países no pertenecientes a la UE siguen estando muy por delante.

Islandia obtiene la mayor parte de su energía de fuentes renovables en Europa, gracias a sus grandes recursos geotérmicos. Alrededor del 86% de su energía limpia procede de esta fuente, según los cálculos de Eurostat.

Noruega ocupa el segundo lugar, con un estelar 76% procedente de energías renovables.

¿Qué países de la UE se están quedando atrás en materia de energías renovables?

En total, 15 de los 27 miembros de la UE declararon cuotas inferiores a la media del 21,8% en 2021: Bélgica, Bulgaria, Chequia, Alemania, Irlanda, España, Francia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Hungría, Malta, Países Bajos, Polonia y Eslovaquia.

Las proporciones más bajas de renovables se registraron en Luxemburgo (11,7 por ciento), Malta (12,2 por ciento), Países Bajos (12,3 por ciento), Irlanda (12,5 por ciento) y Bélgica (13 por ciento).

Como señalan los analistas, aún queda mucho camino por recorrer antes de que la UE alcance su objetivo de renovables. Actualmente está fijado en el 40% para 2030, pero, según el nuevo plan REPowerEU, se está debatiendo la posibilidad de aumentarlo al 45%.

Este objetivo más elevado supondría que el 69% de la electricidad procedería de energías renovables, según el grupo de reflexión sobre energía Ember. Los países de la UE se han fijado como objetivo colectivo un 63% de electricidad renovable para 2030, pero los problemas relacionados con los permisos de construcción, por ejemplo, pueden frenar la ambición del bloque.

La AIE también apunta a la mejora de las subastas estatales de proyectos de energía limpia y a los incentivos a la energía solar en los tejados como medios para acelerar la revolución renovable.